ULTIMOS DIAS EN DELHI

 Siempre me gusta terminar el viaje en India, tranquilo en main bazar paharganj, unas calles en las que tienes toda la vida, animación y locura India. También encuentras en ella todas las cosas de la India.

La vida estos días es tranquila, sosegada, viendo algunas cosas que quiero llevar y sobre todo disfrutando de la gente de aquí... la India siempre te sorprende en cada paso y cada chai. Eso si, termino los días de estar todo el tiempo en la calle, agotado, caigo rendido como un niño.

Después de todo lo vivido es un poco la vuelta a la calma, tranquilo y sobre todo observando las peculiaridades de esta vida de los indios. Son buena gente y muy agradables con el turista, entre chai y chai te puedes pasar toda la mañana. No tiene increíble naturaleza pero main bazar tiene sobre todo humanidad y actividad.

El viaje ha sido hermoso, volver a conectar con lo real, darme cuenta de la nueva etapa y la sensación de dejar ir la antigua, la primera, que tanto he disfrutado y vivido. Ha sido un viaje perfecto, con una entrada mágica en el Golden,  el sosiego del lago y las alturas de leh para conectar y renacer. Me siento tranquilo y feliz de todo lo vivido y todo lo sanado. Con la claridad del hijo de Dios y la fuerza de los hermanos luminosos para seguir en la nueva dirección de vida que me despertó a la verdadera naturaleza. Doy gracias a la vida por regalarme este último viaje en solitario y porque todo ha salido perfecto. 

Gracias a los que con vuestra compañía habéis empujado y animado en los muchos momentos de Soledad, casi todos y que en algún momentos llegaba un hermano para animar, charlar y compartir lo vivido, gracias de verdad compañeras!

Eso si, estos días están siendo de calor bochornoso y pegajoso. Pero lo llevo bien, ya solo falta un día y mañana vuelvo a España de vuelta, aunque el que regresa no es el mismo, es un joel nuevo con otra mirada y otra sentido de la vida, otra energía de vida y de una segunda edad que me espera amorosa y llena de conciencia para continuar este maravilloso sendero que es la vida.

No soy un cuerpo. Soy libre. Soy el Hijo de Dios. Aquiétate mente mía, y piensa en esto por un, momento. Luego regresa a la tierra, sin confusión alguna acerca de quién es aquel a quien mi Padre ama eternamente como Su Hijo. No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó. UCDM